Asumiendo, de acuerdo a lo anunciado, que el sistema educativo nacional (Pre-Universitario) dispondrá de lo que la Ley General de Educación 66-97 le otorga como valor mínimo que sería un 4% del PIB, para el año 2013, este sector dispondrá de RD$99,000 millones de pesos.
Una vez resuelto el problema financiero, por lo menos hasta los niveles anteriormente mencionados (puesto que siempre pudiésemos lograr aun más con mayores recursos), debemos definir la agenda de acciones específicas a tomar.
Entendemos que para Renovar el Sistema Educativo Nacional y hacer de la Educación Dominicana una realidad que cumpla con altos estándares cualitativos, equidad y brinde a nuestros conciudadanos legítimas oportunidades de bienestar presente y futuro debemos de actuar sobre cinco (5) ejes fundamentales: infraestructura escolar, personal docente, currículo y modelos de aprendizaje, gestión del sistema y empoderamiento social.
En términos de nuestra infraestructura escolar, la República Dominicana en la actualidad requiere de alrededor de 32,000 nuevas aulas y reparar (en nuestra opinión re diseñar, en algunos casos demoler y hacer de nuevo) alrededor de 24,000 mas de unas 36,000 a 40,000 (depende de quién las cuente) que posee actualmente el sistema. Esto implica un programa de Construcción de Escuelas masivo a nivel nacional de tal suerte que en 8 años pudiésemos tener unas 60,000 nuevas aulas disponibles.
Un punto fundamental sin embargo, es el modelo, diseño de la escuela que necesitamos. Lo primero es que no podemos plantearnos la construcción de escuelas atendiendo a las necesidades ni características demográficas ni antropológicas de nuestra sociedad hace 20 o 30 años. Sino a las necesidades de nuestra sociedad en el año 2030 y/o 2050.
La Escuela tiene que ser el Centro de la Vida Comunitaria, Barrial y Municipal. No podemos construirlas en las márgenes de los pueblos y Barrios, si no en el Centro del Mismo y garantizar los flujos migratorios, proyectos urbanísticos y municipales alrededor de ellas no a la inversa, como ocurre actualmente. Las Escuelas tienen que tener dimensiones propicias para garantizar una dinámica social que fomente el estudio, la interacción social y el perfeccionamiento del personal docente, técnico y académico. Por tanto no se pueden construir pequeñas "escuelitas" de 2 y 3 aulas en las márgenes de pequeños asentamientos de poblaciones. Los Ciudadanos que viven en estos lugares tienen que poder contar con esquemas de transporte público escolar para trasladar a sus hijos a una Gran Escuela de por lo menos 16 aulas, con todas las características necesarias para brindar un servicio de calidad: laboratorios de ciencias exactas, de tecnología, bibliotecas, áreas deportivas, etc.
Cosas que parecen tan triviales como el diseño de nuestras escuelas son fundamentales. Las escuelas tienen que tener accesos para personas con discapacidades, que promuevan y faciliten la supervisión escolar, y la participación de la comunidad. Basta ya de escuelas amuralladas con alambres de trinchera y portones ciegos que solo emulan recintos penitenciarios o correccionales no un lugar de estudio y enseñanza.
El segundo punto en nuestra agenda renovadora es el personal docente. Si asumimos un "Compromiso Social" de iniciar todo proceso de desarrollo y bienestar colectivo a partir de la mejora del Sistema Educativo Nacional entonces los Maestros, Técnico y personal Académico del Sistema tiene que ser valorado como tal.
Las estimaciones que nosotros hemos realizado recientemente nos demuestran que si se elimina el clientelismo partidario y gremial de la nomina del ministerio, con los niveles actuales de fondos que maneja la MINERD se le puede perfectamente duplicar el salario a todos los maestros y técnicos del sistema y ponerlos a trabajar (en la medida en que se creen los espacios de aulas y escuelas nuevas) en una sola tanda de 6 horas diarias.
Ahora bien, el proceso de Renovación del Sistema Educativo Nacional en lo que respecta al personal Docente, Técnico y Académico implica serias modificaciones a las practicas actuales. Fundamentalmente tenemos que garantizar: un flujo de nuevos profesionales que se dediquen a la actividad docente atraídos por los beneficios de la misma, crear mecanismos de acreditación y re-certificaciones cada 3 años que nos garanticen un personal actualizado y dinámico.
¿Cómo lograr esto? Garantizando que el personal del Sistema Educativo forme parte de la Carrera Administrativa, para que reciban los mismos beneficios mínimos que el resto de los servidores públicos. Favoreciendo a dicho personal con incentivos fiscales fundamentales: eliminación de impuestos sobre la renta de sus salarios e incentivos, sobre la compra de su vivienda, incentivo a las universidades y centros de capacitación de maestros y personal académico y la libertad de elección de seguros médicos y planes de pensiones y de asociación gremial entre otras reivindicaciones que harían mucho más atractiva la participación de jóvenes talentos e inclusive profesionales que quieran reo re-orientar sus vidas hacia el sector educativo.
Siempre que hablemos de un modelo educativo exitoso tenemos que analizar no sólo en qué contexto se brinda y evalúa el aprendizaje, sino obviamente qué se les enseña a los estudiantes. En este te sentido, nuestro país tiene que avocarse a una reforma Curricular que no pierda de vista el objetivo fundamental: producir ciudadanos responsables, analítica y técnicamente capaces que posean suficientes herramientas individuales para enfrentar los retos que la Sociedad Global requiere.
Por tanto nuestros programas de clases o Currículo escolar tienen que promover fundamentalmente el estudio de las Ciencias Exactas (Física, Química y Biología) las Matemáticas, la Informática y el idioma inglés. Teniendo como herramientas fundamentales la gramática castellana y las artes y ciencias sociales (historia, geografía, economía y psicología).
El currículo escolar tiene que promover el perfeccionamiento de los conocimientos del alumnado mediante vectores abiertos que garanticen la movilidad hacia centros de interés sin que se pierda la base fundamental de estudio. Es decir, permitir a los alumnos a partir de cierto grado, proponemos octavo de básica, pasar a vectores de aprendizaje por niveles de interés y cualidades individuales, de tal suerte que el egresado de bachillerato posea un nivel técnico de relevancia, y una definición clara de sus habilidades y oportunidades futuras de estudio y en el mercado laboral.
A la hora de hablar del aprendizaje tenemos que crear los mecanismos para el rescate de los alumnos que están o se quedan rezagados durante su carrera escolar con programas vespertinos y de educación continuada. Así como programas técnicos de acompañamiento y fortalecimiento curricular obligatorios para todos los alumnos a partir del séptimo de básica, por vectores de aprendizaje.
Sin lugar a dudas que para canalizar los recursos y esfuerzos que conllevaría la transformación del Sistema Educativo Nacional que proponemos, tenemos que cambiar los actores principales y la estructura Gerencial del Ministerio de Educación (MINERD) como ente principal del sistema.
Indudablemente que el MINERD es una institución Híper-cefálica de dimensiones y responsabilidades que superan las capacidades gerenciales y operacionales de sociedades mucho más avanzadas que la nuestra. Pero en adición la concepción filosófica de los que les ha tocado dirigirla nunca ha sido la de otorgarle la independencia y descentralización que un sistema educativo dinámico, ágil y competitivo requiere.
Como el proceso debe de estar imbuido de gradualidad entendemos que lo primero tiene que ser garantizar tres etapas (que en otra entrega desarrollaremos más a fondo):
- Separación de las funciones de Supervisión, Regulación y evaluación del sistema: alumnos, docentes y personal técnico del MINERD. Mediante la eventual creación de una Superintendencia de Educación que regule y norme a todos los actores del Sistema Público y Privado.
- Creación de semi autonomía Gerencial, proyectos pilotos de escuelas Charters y Sistema de Vouchers. Ambos sistemas requieren de volúmenes y estructuras mínimas para funcionar pero proveerían el estimulo hacia la eficiencia que requiere el sistema.
- Promover mediante mecanismos de empoderamiento e independencia presupuestaria la creación de liderazgos medios dentro del sistema, capaces de energizar los centros escolares en todos sus estratos.
Mientras nuestro modelo de manejo escolar perpetué la centralización de las decisiones fuera del ámbito de su propio entorno y la enajenación de los agentes fundamentales que residen en ella no tendremos posibilidades de sostener mejorías significativas en el tiempo. La Escuela tiene que ser el centro de la vida familiar, comunal, barrial y municipal.
Tenemos que hilvanar relaciones sociales fuertes entre la escuela y el resto del entorno. Esto implica garantizar que los liderazgos gremiales, barriales, empresariales y políticos nazcan a partir de su accionar en los recintos escolares. Que la valoración recibida en el entorno escolar represente una fuente esencial de la esencia de cada ciudadano. Que todos tengamos en primer plano la importancia de las ejecutorias y los agentes que participan en la escuela de tu vecindario y/o comunidad.